Un gasto es deducible cuando es necesario y exclusivo para el desarrollo de tu actividad como autónomo, y además conservas la factura o el ticket
Para que una factura sea válida debe incluir lo siguiente:
– Número de factura
– Fecha de emisión de la factura
– Datos del proveedor: nombre, DNI y dirección fiscal
– Precio del bien o servicio adquirido libre de impuestos (base imponible)
– Porcentaje de IVA aplicado
Si conservas una factura con estos datos, podrás desgravar el gasto, tanto del IRPF como del IVA. Pero ¿qué sucede si no tienes factura del gasto?
En estos casos, debes conservar al menos un ticket o recibo que justifique el pago realizado. De esta manera podrás deducir el gasto para pagar menos IRPF, pero ten en cuenta que, siempre que no tengas una factura del gasto, no podrás recuperar el IVA.
Ejemplo de gasto deducible con o sin factura
Marcos es un autónomo que vive en Murcia y este trimestre se ha desplazado a ver a un cliente a Lugo y a otro en Madrid.
- El viaje a Lugo le costó 22€ (20€ de base imponible + 2€ de IVA). Como iba con prisa se olvidó de pedir la factura, aunque conservó el ticket de compra.
Resultado: Marcos podrá contabilizar un gasto de 22€ para pagar menos IRPF, pero no podrá descontarse los 2€ de IVA de su declaración trimestral.
- El viaje a Madrid le costó 110€ (100€ de base imponible y 10€ de IVA). Como era un gasto mayor y recordaba lo que había pasado en el viaje a Lugo, aquí Marcos sí que se acordó de pedir la factura.
Resultado: Marcos podrá descontarse los 10€ de IVA en concepto de transporte, lo que quiere decir que pagará 10€ menos en su declaración trimestral. Además, podrá contabilizar un gasto de 100€ para pagar menos IRPF.